La casa es un lugar para sentirse seguro y se debe tener todas las estrategias para una higiene meticulosa, pues dentro de estas instalaciones personales continuan los cuidados para evitar que el Coronavirus infecte a la familia.
Si todavía no tienen claras algunas acciones, aquí hay una lista de procedimientos y cambios necesarios. Se comienza por la entrada del hogar, un espacio que tendrá objetos para el debido ritual de limpieza de la planta de los zapatos. Antes de entrar a un hogar pasarán por un trapo mojado con una solución de agua, lejía más vinagre.
Para optimizar esto, en la entrada debe haber permanentemente una botella con esa combinación líquida, procurar que el contenedor tenga un spray para la correcta distribución de esa solución sobre la tela. Algunos están siendo aun más extremos y dejan los zapatos en la puerta, tal como suele hacerse en otras partes del mundo.
Los niños no volverán a jugar en el suelo, en el caso de los bebés, deberán tener un espacio especial, una alfombra y jebes aislantes que funcionen como cercos para no ir más allá del territorio asignado. Debe ser un espacio considerable para que no se aburran y puedan dar rienda suelta a toda su energía vital.
Siempre deben tener a disposición una caja con alcohol en spray o en gel, papel secante, una caja de mascarillas y guantes. Esto puede ser ubicado en una vitrina cerca a la puerta de salida o en una mesa acondicionada exclusivamente para eso, nunca en la mesa del comedor.
Al llegar de hacer las compras, deberán lavar también las bolsas y toda la mercadería, nunca colocar de frente en el refrigerador o en las encimeras de la cocina.
En el baño no habrá más toallas de manos de uso común, esto deberá ser reemplazado por papel secante, no más jabones en barra, solo debe haber jabón líquido en un frasco con dispensador.
En el caso de que hubiera un cuarto de lavandería, está debe tener un cesto con tapa, exclusiva para colocar la ropa con la que se ha salido a la calle, aunque se recomienda lavar la ropa apenas se regrese a casa, muchas familias querrán economizar y esperan juntar un cúmulo de prendas para ingresarlas a la lavadora. No habría problema, siempre y cuando nadie más tenga contacto con esas prendas.
Los pisos deben ser trapeados con la solución básica, si se tiene perros y deben salir de casa para las necesidades, se deben colocar una especie de zapatitos especiales para cubrir sus patas. Si se trata de gatos, estos no requieren más que una caja de arena siempre limpia para no salir de casa.
CONTACTO FISICO
A nivel afectivo, hay que enseñar a los niños que cuando los adultos lleguen a casa tendrán que dirigirse al baño a desinfectarse y a cambiarse las prendas antes de dar el abrazo esperado. Algunos infantes podrían interpretarlo como un rechazo, es necesario explicar los porqués. No recibir visitas. Es difícil decirle no a un pariente querido, pero eso evitará futuros problemas.
Si alguien de la casa comienza con fiebre o tos, lo ideal es usar una mascarilla y confinarse en un cuarto aparte, seguir al pendiente de cada síntoma y separar su utilería de comida. Las pruebas podrían llegar tarde, pero de todas maneras deben llamar a la línea 107 como primer paso para el descarte.
EDUCACIÓN VIRTUAL
Otro enfoque sobre los retos del aprendizaje en tiempos de Coronavirus.
Hay muchos enfoques para enfrentar uno de los grandes retos que se les ha presentado a los niños durante la cuarentena: aprender a manejar las plataformas virtuales para las clases en línea, hacer sus tareas y enviarlas a sus profesores.
Pero, ¿qué tan beneficiosa es esta rutina para el escolar? en una entrevista sobre los retos del aprendizaje en tiempos de Coronavirus, el psicólogo Daniel Yépez, coordinador nacional de Educación de World Vision Perú, expresa tajantemente que más de dos horas frente al ordenador no favorece el aprendizaje.
“Es la primera vez que la escuela ingresa a las casas de manera obligada, y en este contexto el hogar no puede convertirse en un aula tradicional con escolares cansados y sentados frente a la computadora. Ellos deben permanecer como máximo dos horas al día frente a la pantalla, tampoco se les debe llenar de tareas”, sostuvo el especialista.
Esta situación ha ocasionado que los cuidadores como papá y mamá se conviertan en los mediadores de apoyo de sus hijos, lo cual también puede generar tensión dentro de la familia y derivar en episodios de poca tolerancia. Por eso, World Vision propone una serie de actividades para compartir y aprender al mismo tiempo.
“Los colegios deben vincularse con las familias para priorizar un aprendizaje lúdico involucrándolos en las tareas del hogar. Por ejemplo, al cuidar las plantas aprenden sobre la naturaleza, pueden narrarles historias a los abuelos y refrescar sus conocimientos de historia o armar una obra de teatro basándose en el libro favorito del niño o niña. Se deben establecer rutinas para que los niños puedan hacer otras actividades además de las educativas”, recomendó.
El especialista recalca también que deben ser conscientes de que el aislamiento social ha ocasionado un cambio abrupto en la rutina de los más pequeños, lo cual les puede estar causando inseguridad, estrés, ansiedad e incluso depresión.
Aconsejó reforzar el diálogo con los niños porque pueden tener miedo a salir a la calle y contagiarse. “Debemos cuidar la parte emocional y psicológica de las familias mediante la comunicación y la información clara y precisa”, señala.
En el caso de los adolescentes, esta es una oportunidad para darles autonomía. Ellos tampoco requieren estar mucho tiempo en clases virtuales, necesitan la oportunidad de investigar y crear productos para mostrar su aprendizaje por medio de videos e incluso mediante el uso responsable de redes sociales.