
En Latinoamérica y el Caribe, más de 40 millones de personas padecen hambre y ocho de cada diez hogares en situación de pobreza no tienen acceso estable a alimentos (Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo 2024). Sin embargo, Jesús nos enseñó que cuando la comunidad comparte con amor, lo poco se multiplica y transforma realidades.