World Vision, con el apoyo de USAID, contribuye en la seguridad alimentaria de familias en Tumbes para mejorar su calidad de vida y garantizar un futuro más brillante.

En medio de la incertidumbre y los desafíos de la migración, Gizlady (39) y sus dos hijos llegaron a Tumbes para empezar de nuevo. Su encuentro con un grupo de mujeres líderes marcó un giro trascendental al conocer de World Vision y su apoyo humanitario ya que “ha sido una bendición demasiado buena”.

Esta ayuda humanitaria, como parte del proyecto ‘La alimentación no tiene límites, gracias al apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional – USAID, permitió que Gizlady y su familia tuvieran una mejora notable en su calidad de vida. Ahora tienen acceso a una alimentación más variada y equilibrada, lo que ha impactado positivamente en su bienestar general. "World Vision me está asistiendo con esta ayuda y con las sesiones de nutrición donde me enseñan a cómo se debe preparar un plato saludable". 

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El proyecto busca promover el acceso a la seguridad alimentaria de familias migrantes venezolanas a través de actividades de nutrición. Gizlady ha participado activamente en estas sesiones, donde ha adquirido conocimientos fundamentales sobre cómo preparar platos saludables y balanceados para su familia. Esto ha sido especialmente valioso para ella, ya que se encuentra en estado de gestación. "Mi alimentación ha mejorado bastante desde que entré al proyecto y ahora he aprendido que desde el embarazo debo alimentarme de la mejor manera para que mi bebe crezca fuerte y sano". 

El impacto de estas ayudas va más allá de la mejora en la alimentación de la familia de Gizlady. Ahora, ella planifica todas sus comidas a través de un menú semanal, que cuelga en una de las paredes de su vivienda. Este menú no solo le ayuda a organizar sus comidas diarias, sino que también le permite realizar compras más eficientes y económicas. Gizlady comparte que, gracias a las recomendaciones recibidas en las sesiones de nutrición, ahora busca alimentos de temporada y opciones más económicas en el mercado, optimizando así sus recursos y reduciendo el desperdicio.

Historias como la de Gizlady reflejan la importancia de brindar apoyo integral a las comunidades más vulnerables, ofreciendo herramientas prácticas para mejorar su calidad de vida y garantizar un futuro más prometedor para todas y todos.

SOBRE EL PROYECTO “LA ALIMENTACIÓN NO TIENE LÍMITES”

El proyecto busca mejorar la seguridad alimentaria de los hogares venezolanos en el Perú, brindando asistencia humanitaria a personas migrantes y refugiadas que se encuentre en situación de vulnerabilidad. El proyecto “La alimentación no tiene límites” impacta en la vida de 8,146 hogares y 500 personas refugiadas y migrantes de Tumbes, Piura, La Libertad, Chimbote, Lima y Callao. Asimismo, se desarrolla gracias al apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional – USAID.