Apoyamos a brindar una educación de calidad a miles de niños y niñas en edad escolar, acortando brechas tecnológicas; capacitando a los docentes en habilidades blandas y nuevas metodologías de enseñanza; e incidiendo en los padres y madres para que brinden un acompañamiento adecuado a sus hijos e hijas.
Nuestra experiencia y conocimiento de las necesidades de cada comunidad nos permite entregar herramientas para reforzar el aprendizaje basadas en sus propios contextos, como la entrega de dispositivos móviles e instalación de antenas de Internet en zonas con conectividad o cuadernos de autoaprendizaje y audiocuentos donde aún existen brechas de comunicación.
Asimismo, apostamos con énfasis en potenciar las habilidades lectoras en la niñez más vulnerable con metodologías tradicionales y tecnológicas mejorando su capacidad de comprensión, pues es uno de los puntos de inicio claves para lograr un aprendizaje de calidad.

Nuestro programa impacta en adolescentes y jóvenes altamente vulnerables (principalmente madres adolescentes, personas con habilidades diferentes, víctimas de violencia, entre otros) para que, en base a su proyecto de vida, logren desarrollar habilidades socioemocionales y de emprendimiento que los ayudarán a ser más competitivos y tener mejores oportunidades para desarrollar todo su potencial.
Además, los formamos en empleabilidad, capacidad de asocio e incluso brindamos oportunidades para que accedan a fondos de capital semilla y créditos para que inicien sus propios negocios.

Buscamos cambiar los paradigmas de crianza que normalizan la violencia contra la niñez como práctica correctiva para obligar a la obediencia. Para ello, desarrollamos capacidades en madres, padres, cuidadores, autoridades y la sociedad en general para apostar por una crianza basada en el enfoque de ternura que World Vision promueve a nivel mundial.
Lo hacemos a través de proyectos innovadores, campañas públicas de sensibilización y con el fortalecimiento de los sistemas de protección a nivel nacional.

La transformación del país requiere de ciudadanos responsables, justos y solidarios. Esto implica trabajar con las niñas, niños y adolescentes, inculcando valores, deberes, escuchando y tomando en cuenta sus opiniones. Nuestras iniciativas les permiten desarrollar la capacidad de análisis y pensamiento crítico para una participación significativa que los lleve a ejercer sus derechos, promoviendo redes y amplificando su voz en asuntos que les afecta, y en instancias de toma de decisiones.

Ante un desastre o emergencia que suceda en cualquier parte del país, un equipo interdisciplinario se moviliza a la zona afectada para llevar ayuda humanitaria inmediata y brindar contención emocional a la niñez afectada durante y pasado el suceso traumático.
Asimismo, articulamos acciones de respuesta con otras organizaciones y autoridades de todo nivel, con el apoyo de socios y donantes nacionales e internacionales.
Una de las intervenciones más grandes y sostenidas en la que venimos trabajando es la atención a la emergencia de la migración venezolana en el Perú, con proyectos de ayuda humanitaria y otros complementarios que buscan brindarles una mejor calidad de vida.