World Vision Perú

Transforma el presente de una niña o niño vulnerable

“Tengo un profesor de reforzamiento gracias a World Vision”

Luis Ángel y su hermanita de ocho meses de edad viven con sus padres en una comunidad rural de la región Ayacucho. Está en cuarto grado de primaria y se siente feliz por haber vuelto a clases semipresenciales desde agosto pasado. Se reencontró con sus compañeros y su profesor luego de más de un año y medio.

El alumno de 9 años asiste dos veces por semana al colegio y paralelamente continúa recibiendo clases remotas vía el WhatsApp de su tablet, que World Vision Perú le entregó para mejorar su calidad educativa. “Estoy contento de haber vuelto al colegio. Extrañaba a mis amigos y también al profesor”, precisa.

Su equipo tecnológico tiene el aplicativo BookSmart para que pueda leer cuentos y otros textos escolares digitales. “Con la tablet puedo estudiar mejor, hacer mis tareas y enviárselas al profesor. También me permite leer los cuentos que nos dejan”, destaca el estudiante tras agradecer todo el apoyo que recibe.

“Tengo un profesor de reforzamiento gracias a World Vision. Me ayuda a reforzar las clases que nos dan en el colegio”, indica el niño, quien este año recibió útiles escolares para sus trabajos. Antes su educación remota consistía en ver el programa Aprendo en Casa por televisión y recibir tareas por el WhatsApp de un celular prestado.

Está contento porque sus padres han implementado un espacio de lectura en su casa con la venta de gallinas. Su familia es beneficiaria del proyecto especial de educación de las niñas de renacer para mejorar la calidad educativa de niñas y niños en situación de vulnerabilidad a través del emprendimiento de crianza de animales.

“Las gallinas y sus huevos nos sirven como alimento y también para la venta. Compramos comida y otras cosas que necesitamos para mejorar mi educación”, explica el escolar. En sus ratos libres, ayuda a su mamá a cuidar de estos animales de corral que sirven para mejorar la economía de su familia.

Luis Ángel está orgulloso de su papá, quien se dedica a la agricultura para solventar los gastos del hogar, y de su mamá, quien lo cuida a él y su hermanita, hace las tareas de la casa y cría a las gallinas. Él reconoce el sacrificio de sus padres para sacar adelante a su familia. Por eso, se esfuerza para ser uno de los mejores estudiantes.

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